La diferencia entre una confitura y una mermelada radica en que en la elaboración de la mermelada se utiliza una menor cantidad de azúcar.
Debemos utilizar exclusivamente fruta buena, en su punto de madurez que no presente ninguna alteración.
Resulta más económica y más buena si utilizamos la fruta que recogemos de nuestros huertos, su sabor es mucho más bueno.
Emplear un recipiente bastante grande para poder llenarlo sólo hasta la mitad, a fin de que no se salga el jugo al hervir y de metal bastante grueso para que el calor se reparta regularmente y no sé de un exceso calor fuerte que queme el fondo.
Muy importante es vigilar la mermelada mientras cuece, pues sube tan rápido como la leche.
La proporción que yo utilizo para esta mermelada es de un kilo y medio de azúcar por tres kilos de cerezas, estos tres kilos de fruta es una vez cocida y deshuesada.
Lavamos la fruta cuidadosamente y le quitamos los rabillos, la ponemos a cocer con agua y una vez cocida, la escurrimos y le retiramos el hueso.
Después la ponemos en una cacerola con el azúcar y el zumo de un limón, lo llevamos a ebullición y lo cocemos a fuego medio unos 30 minutos.
Envasar los frascos en cuanto este cocida la mermelada, sin dejarlo enfriar en la cacerola y llenar los tarros hasta el borde, pues al enfriarse disminuye el volumen.
La mermelada para conservarla, la metemos en frascos y los cocemos al baño maría, según va pasando el tiempo se va espesando.
2 comentarios:
Tiene una pinta genial. Bss.
Modestia aparte no es porque la haga yo, pero me salio muy buena, también es verdad que la materia prima es importante y estas cerezas son muy ricas y ecológicas.
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